.............................

Día, fecha, hora.

.............................

Eslogan.
Porque hay Otra Objeción hoy.
El 9 de abril de 1947 murió el Luther King Jr. colombiano. Ospina casi fue derrocado: la violencia en colombia estaba en furor. El presidente estadounidense, Marshall, también estaba en Colombia: la verguenza no pudo ser mayor. Hubo quienes vociferaban que había sido Fidel Castro el promotor de los saqueadores, otro decía que habian sido los comunistas colombianos, otra murmuraba que fue la administración conservadora para librarse del rival. Vociferantes, dicientes, murmuradores: el asesino estaba suelto. La violencia, entonces, abrió su cauce luego del magnicidio del líder liberal, Jorge Eliecer Gaitán. Es así, con Sangre, que inicia la historia contemporánea de la República de Colombia. El siguiente rompecabezas es el más extraño rompecabezas en toda la historia de la narratividad.

..............................

Fotografía #1.
La irreverencia es diferente a la objeción, la objeción es diferente a la crítica, la crítica es diferente a la acusación, la acusación es diferente a la calumnia, la calumnia es diferente del asesinato premeditado, el asesinato premeditado es diferente de la reverencia: he ahí la Gran Marcha por el Reconocimiento de la Vida (04 de febrero de 2008). De norte a sur la Avenida Alberto Lleras Camargo (llamada popularmente «Carrera séptima») y de oeste a este la Avenida Chile (llamada popularmente la «Calle setenta y dos»). El pueblo de colombia le dijo N O a la violencia en el Corazón Financiero de la capital de la República de Colombia, esto es, en la intersección de la Carrera séptima con la Calle setenta y dos.

..............................

ARCHIVO DE BORRADORES REALIZADOS.
Junio; 2010.

domingo, 13 de junio de 2010

Acto III, Escena I. Tragedy of Hamlet.

La Oda Trágica para el Amor se desarrolla en esplendor entre Hamlet y Ofelia, pero ésta es sólo la tercera parte de la primera escena del tercer acto. Revisemos, pues, las cuatro partes de la escena.

En primer lugar, estaban en una sala del castillo reunidos sus Majestades, Polonio, Ofelia, Rosencrantz y Guildenstern. Éstos dos le informaban a sus Majestades que habían hablado con su excelente amigo, el príncipe Hamlet, tratándole de hacerle confesar las causas de su presunta locura, pero que éste habilidosamente había escapado a sus propósitos. Rosencrantz y Guildenstern cuentan a sus Majestades también que Hamlet dio la orden a unos comediantes de representar ante él en la noche de ese mismo día una obra, y Polonio agrega que sus Majestades están invitados a escuchar la pieza. ¡Al parecer sus Majestades asistirán al drama, como lo quiere Hamlet! Entonces salen Rosencrantz y Guildenstern.

En segundo lugar, el Rey pide a Gertrudis (apareciendo por vez primera su nombre), la Reina, que se retire, pues él junto a Ofelia y Polonio han tramado una reunión próxima entre Ofelia y Hamlet. Al parecer han mandado a llamar a Hamlet para que fuera en encuentro de Ofelia, y esto está próximo a suceder. El Rey junto a Polonio se esconderán, como buenos espías, y ocultados observarán la reunión entre ambos a fin de constatar si es el amor la causa de la presunta locura del príncipe Hamlet. La Reina obedece, sale de escena. Polonio da instrucciones a Ofelia: le dice dónde debe pasearse y además le entrega un librillo que le sirviera como pretexto para estar en soledad. ¡Ahí viene Hamlet!

1



Ham. To be, or not to be: that is the question:
[¡Ser o no ser: he ahí la pregunta!]

Whether ’tis nobler in the mind to suffer

[¿Qué es más noble para el espíritu: sufrir]

The slings and arrows of outrageous fortune,
[los aventamientos y las flechas de la atroz Fortuna,]
Or to take arms against a sea of troubles,
[o tomar las armas contra un piélago de calamidades,]
And by opposing end them? To die: to sleep;
[y, oponiéndoseles, acabar con ellas? ¡Morir...dormir;]
No more; and, by a sleep to say we end
[no más! ¡Y decir que con el sueño damos fin]
The heart-ache and the thousand natural shocks
[al dolor-del-corazón y a los mil naturales choques]
That flesh is heir to, ’tis a consummation
[de los cuales la carne es heredera! ¡Es una consumación]
Devoutly to be wish’d. To die, to sleep;
[devotamente a ser deseada! ¡Morir..., dormir!]
To sleep: perchance to dream: ay, there’s the rub;
[¡Dormir!...¡Percanzar soñar! ¡Ay, sí, ahí está la dificultad!]
For in that sleep of death what dreams may come
[Porque en ese sueño de la muerte aquellos sueños, que pueden sobrevenir]
When we have shuffled off this mortal coil,
[cuando nos hayamos librados de este espiral mortal,]
Must give us pause. There’s the respect
[tendrá que darnos una pausa. ¡He aquí el respecto]
That makes calamity of so long life;
[que hace a la calamidad de tan larga vida!]
For who would bear the whips and scorns of time,
[Porque ¿quién podría aguantar los ultrajes y desdenes del tiempo,]
The oppressor’s wrong, the proud man’s contumely,
[el inequívoco del opresor, la contumacia del hombre orgulloso,]
The pangs of dispriz’d love, the law’s delay,
[las congojas del amor desairado, la tardanza de la ley]
The insolence of office, and the spurns
[la insolencia del oficio, y las vejaciones]
That patient merit of the unworthy takes,
[que el paciente mérito recibe de parte del indigno,]
When he himself might his quietus make
[cuando él mismo podría su quietud procurar]
With a bare bodkin? who would fardels bear,
[con una simple aguja? ¿Quién podría fardeles cargar,]
To grunt and sweat under a weary life,
[gruñir y sudar bajo una fatigosa vida,]
But that the dread of something after death,
[sino con el miedo de algo después de la muerte,]
The undiscover’d country from whose bourn
[el ignoto país de cuyo confin ]
No traveller returns, puzzles the will,
[ningun peregrino retorna, desconcierta a la voluntad,]
And makes us rather bear those ills we have
[y nos hace cargar esas heridas que tenemos]
Than fly to others that we know not of?
[antes que lanzarnos hacia esos otros que desconocemos?]
Thus conscience does make cowards of us all;
[Así la conciencia hace de todos nosotros unos cobardes;]
And thus the native hue of resolution
[y así el color nativo de la resolución]
Is sicklied o’er with the pale cast of thought,
[es minorado con el tinte pálido del pensamiento,]
And enterprises of great pith and moment
[y las empresas del gran meollo y momento]
With this regard their currents turn awry,
[con este respecto sus corrientes se tornan dobladas,]
And lose the name of action
[y pierden el nombre de acción.]

Oígase bien:

[1] ¡Ser o no ser: he ahí la pregunta!
[2] ¿Qué es más noble para el espíritu: sufrir
los aventamientos y las flechas de la atroz Fortuna
o tomar las armas contra un piélago de calamidades,
y, oponiéndoseles, acabar con ellas? [3] ¡Morir...dormir;
no más! ¡Y decir que con el sueño damos fin
al dolor-del-corazón y a los mil naturales choques
de los cuales la carne es heredera! ¡Es una consumación
devotamente a ser deseada! ¡Morir..., dormir!
¡Dormir!...¡Percanzar soñar! ¡Ay, sí, ahí está
la dificultad!
Porque en ese sueño de la muerte aquellos sueños, que pueden sobrevenir
cuando nos hayamos librados de este espiral mortal,
tendrán que darnos una pausa. ¡He aquí el respecto
que hace a la calamidad de tan larga vida!
[4] Porque ¿quién podría aguantar los ultrajes y desdenes del tiempo,
el inequívoco del opresor, la contumacia del hombre orgulloso,
las congojas del amor desairado, la tardanza de la ley
la insolencia del oficio, y las vejaciones
que el paciente mérito recibe de parte del indigno,
cuando él mismo podría su quietud procurar
con una simple aguja? ¿Quién podría fardeles cargar,
gruñir y sudar bajo una fatigosa vida,
sino con el miedo de algo después de la muerte,
el ignoto país de cuyo confin
ningun peregrino retorna, desconcierta a la voluntad,
y nos hace cargar esas heridas que tenemos
antes que lanzarnos hacia esos otros que desconocemos?
[5] Así la conciencia hace de todos nosotros unos cobardes;
y así el color nativo de la resolución
es minorado con el tinte pálido del pensamiento,
y las empresas del gran meollo y momento
con este respecto sus corrientes se tornan dobladas,
Y pierden el nombre de acción.

2



Soft you now!
The fair Ophelia! Nymph, in thy orisons
Be all my sins remember’d.
Oph. Good my lord,
How does your honour for this many a day?
Ham. I humbly thank you; well, well, well.
Oph. My lord, I have remembrances of yours,
That I have longed long to re-deliver;
I pray you, now receive them.
Ham. No, not I;
I never gave you aught.
Oph. My honour’d lord, you know right well you did;
And, with them, words of so sweet breath compos’d
As made the things more rich: their perfume lost,
Take these again; for to the noble mind
Rich gifts wax poor when givers prove unkind.
There, my lord.
Ham. Ha, ha! are you honest?
Oph. My lord!
Ham. Are you fair?
Oph. What means your lordship?
Ham. That if you be honest and fair, your honesty should admit no discourse to your beauty.
Oph. Could beauty, my lord, have better commerce than with honesty?
Ham. Ay, truly; for the power of beauty will sooner transform honesty from what it is to a bawd than the force of honesty can translate beauty into his likeness: this was sometime a paradox, but now the time gives it proof. I did love thee once.
Oph. Indeed, my lord, you made me believe so.
Ham. You should not have believed me; for virtue cannot so inoculate our old stock but we shall relish of it: I loved you not.
Oph. I was the more deceived.
Ham. Get thee to a nunnery: why wouldst thou be a breeder of sinners? I am myself indifferent honest; but yet I could accuse me of such things that it were better my mother had not borne me. I am very proud, revengeful, ambitious; with more offences at my beck than I have thoughts to put them in, imagination to give them shape, or time to act them in. What should such fellows as I do crawling between heaven and earth? We are arrant knaves, all; believe none of us. Go thy ways to a nunnery. Where’s your father?
Oph. At home, my lord.
Ham. Let the doors be shut upon him, that he may play the fool nowhere but in ’s own house. Farewell.
Oph. O! help him, you sweet heavens!
Ham. If thou dost marry, I’ll give thee this plague for thy dowry: be thou as chaste as ice, as pure as snow, thou shalt not escape calumny. Get thee to a nunnery, go; farewell. Or, if thou wilt needs marry, marry a fool; for wise men know well enough what monsters you make of them. To a nunnery, go; and quickly too. Farewell.
Oph. O heavenly powers, restore him!
Ham. I have heard of your paintings too, well enough; God hath given you one face, and you make yourselves another: you jig, you amble, and you lisp, and nickname God’s creatures, and make your wantonness your ignorance. Go to, I’ll no more on’t; it hath made me mad. I say, we will have no more marriages; those that are married already, all but one, shall live; the rest shall keep as they are. To a nunnery, go. [Exit].
Oph. O! what a noble mind is here o’erthrown:
The courtier’s, soldier’s, scholar’s, eye, tongue, sword;
The expectancy and rose of the fair state,
The glass of fashion and the mould of form,
The observ’d of all observers, quite, quite down!
And I, of ladies most deject and wretched,
That suck’d the honey of his music vows,
Now see that noble and most sovereign reason,
Like sweet bells jangled, out of tune and harsh;
That unmatch’d form and feature of blown youth
Blasted with ecstasy: O! woe is me,
To have seen what I have seen, see what I see!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario: