Reseña.

Introducción

A continuación reseño muy brevemente el subcapítulo "La expansión de la frontera agrícola y la transformación de la agricultura" de Jorge Orlando Melo González [quinto capítulö, "Las vicisitudes del modelo liberal (1850-1899), del libro titulado Historia Económica de Colombia].

El subcapitulillo reseñado se divide entres partes:

"1. Los procesos de colonización".
"2. La política de tierras".
"3. Las formas de trabajo rural".

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El siguiente mapa resume aproximadamente las zonas de ocupación según periodos. Principalmente los movimientos colonizadores del periodo 1843-1870 se debieron a incentivos económicos: a la mineria (Antioquia), al tabaco (Bolívar, Sucre, Valle, etc.), etc. El autor lo coloca de una manera muy explícita: "decenas de miles de colonos en busca de mejores oportunidades trataron de establecer una economía de pequeños productores independientes." (pg.148).

La pequeñá producción de los colonos pretendía o bien la formación de haciendas ganaderas o bien la producción de bienes de exportación. En todo caso la disputa por la obtención de tierras fue asidua, y culminó muchas veces en violencia más que en confrontaciones jurídicas. No habían linderos claros, la competencia por pretender la titulación de los terrenos era muy alta...

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Seguiré con la política de tierras. El autor inicia argumentando que la propiedad privada era en ese entonces un derecho poco extendido. ¿Qué tipo de propiedades existían? Existían las mercedes de tierras, también las composiciones, los resguardos indígenas y el restante casi ochenta por ciento de las tierras como reserva pública baldía.

El autor profundiza "en la utilización fiscal de los baldios". Cuenta que el Gobierno decidió emitir bonos redimibles por baldíos. El acreedor del Estado obtenía un bono y en cambio el Estado recibía un monto líquido para darse solvencia; luego el acreedor podría reclamar en especie la deuda que le era debida. También se vendieron "con elevadísimos descuentos" las tierras baldías "a los soldados de la Independencia", y además se concedieron tierras a algunas municipalidades (especialmente Antioqueñas). Esas tres fueron las maneras como se empezaron a asignarse los baldíos: por canje, por venta o por concesión.

Según el autor las Leyes 14 de 1870 y 48 de 1882 «protegerían» los beneficios de los colonos. Luego viene la conclusión: "la asignación de baldíos fue durante el siglo XIX, y en forma creciente a finales del XX, un medio para el traspaso casi gratuito de la propiedad pública a un número reducido de empresarios y para la consolidación de la gran propiedad, con excepción del área de colonización antioqueña" (pg. 152). El autor recomienda que leamos el libro de Catherine Legrand titulado From Public Lands into Private Properties, Landholding and Rural Conflict in Colombia, 1870-1930, tesis doctoral, Universidad de Stanford, Palo Alto, 1980.

El autor además advierte que además de "adquisición de baldíos" hubo "usurpación de tierras públicas por los terratenientes", etc. No voy a entrar en detalles (pg. 153 al puro comienzo).

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La sección titulada Las formas de trabajo rural inicia a mi parecer cuando se dice: "mientras la mayor parte de la tierra quedó en manos de un número reducido de grandes propietarios, la mayoría de la población de las áreas de colonización se instaló en pequeñas propiedades campesinas". Evidentemente el autor refiere al quizás tan estudiado fenómeno de la concentración de la tierra o del latifundismo.

1. La economía de los colonos. La producción se centró en productos de subsistencia (maíz, yuca, plátano, gallinas, cerdos, etc.). Además esta producción se empleó para abastecer los centros urbanos, etc. (pg. 153 al final). Incluso llegaron a formarse "grupos de trabajadores asalariados" cuyo cultuvo fue el cafe, aunque principalmente la cosecha fue familiar. El tabaco, la caña, el algodón y el cacao fueron productos cosechados por familias, y a veces en determinadas zonas por pequeñas aglomeraciones de trabajadores.

2. La economía campesina. El autor parece reducir el estamento campesino a los "antiguos esclavos que se convirtieron en cultivadores de pequeñas estancias de pan coger" y a los indígenas. La producción campesina estuvo dedicada "al cultivo de la caña y a la cría y engorde de ganados".

Además el autor habla de "la expansión de las haciendas y latifundios" creadas por "empresarios urbanos". En tierras templadas eran cosechadas la caña, el café y eran criadas reses; en tierras cálidas ocupaba la producción plenamente la ganadería. La economía hacendera usó tres modalidades de trabajo: el arrendamiento, la aparcería y otras vinculaciones. El arrendamiento consistía en la cesión de un lote para recibir en cambio el trabajo de aquella persona a quien era cedido el lote. Casi era servidumbre; el trabajador en todo caso era remuerado. La aparcería consistía en que el trabajador le pagaba a su patrón en especie o en su defecto le vendía parte de su cosecha a un precio que le fuere beneficioso. El autor se refiere frecuentemente al "censo de 1870" y también al "censo de Antioquia de 1883" y también incluso del "censo de 1912".