El ex guerrillero del eme, Gustavo Petro, líder del Partido Polo Democrático Alternativo (PDA) y gran expositor, consiguió un importante y contundente reconocimiento el 30 de Mayo, día en el que se llevaron a cabo os comicios de primera vuelta por la presidencia de Colombia. El apoyo de la izquierda, hoy llamada oposición, tuvo lugar en el norte colombiano, así como en los departamentos fronterizos con el Ecuador. Aunque su partido permaneció asediado por el oficialismo durante los ocho años de la presidencia de Álvaro Uribe Vélez, toda la región norteña le reconoció a Petro su muy serio programa de justicia social y de combate a las mafias.
Territorialmente el mapa del PDA hoy se ve así:

Petro, en lo que respecta a los departamentos sureños, obtuvo 26.66% de los votos válidos en el Putumayo, 17.080% en Nariño y 11.255% en Cauca (promedio: 18.33%). En lo que respecta al norte colombiano, Petro obtuvo 24.655% en Sucre, 23.274% en el Atlántico, 19.889% en Cesar, 18.851% en Magdalena, 17.602% en la Guajira, 17.016% en Córdoba y 16.67% en Bolívar (promedio: 19.708%). La izquierda colombiana representa, entonces, 1/5 de la votación válida de los departamentos sureños que lindan con el Ecuador y también 1/5 de la votación válida del Caribe.
En consecuencia los top ten departamentos que apoyaron al PDA son:

[2] DISTANCIAMIENTO ENTRE EL PDA Y EL PARTIDO VERDE.
El periódico El Tiempo de Bogotá publicaba la siguiente noticia:
¿Por qué no prosperó la cooperación programática entre la fuerza de oposición y el presuntamente nuevo partido de centro? Gustavo Petro le hecho la culpa al ala peñalosista del Partido Verde. El periódico El Tiempo, entonces, entrevistó a Enrique Peñalosa, ex alcalde de Bogotá, excelente urbanista y uno de los tres tenores del Partido Verde con gran aceptación entre la derecha colombiana, y esto llegó a ser publicado:
En efecto, Juan Manuel Santos fue consagrado candidato presidencial por parte del Partido Conservador Colombiano (PCC) y, por tanto, recibiría el apoyo del PCC en segunda vuelta, a pesar de la asidua oposición de Noemí Sanín, quien fue la fracasada candidata presidencial por el PCC en primera vuelta. Juan Manuel Santos también consiguió el apoyo de al menos cincuenta congresistas liberales, y de alguna manera logró evitar que la oposición roja liderada por Rafael Pardo diese su apoyo a Antanas Mockus. De esta manera el Partido Social de Unidad Nacional, presidido por Santos, logró estratégicamente alianzas con el PCC y en menor medida con el PLC. El apoyo del PLC no fue tan directo como el del PCC, pero de todas maneras el liberalismo liderado por Pardo fue en primera vuelta un rezagado liberalismo colombiano que quedó de sexto en los comicios. Antanas Mockus diría que el Gobierno de Unidad Nacional propuesto por Santos era una renovación del Frente Nacional, y consecuentemente con su acusación se negó a realizar alianzas partidistas. Por eso Enrique Peñalosa aseguró que su único interés con el PDA era hacer una alianza ciudadana, presumiblemente con los sufragantes amarillos. Esto de alguna manera nos recuerda el estatus jurídico del Copenhagen Accord, pues el Partido Verde también quería enajenarse de vinculaciones jurídicas o de responsabilidades vinculantes con otros partidos que les atase las manos. Esto en cuanto a la postura del Partido Verde en cuanto a su interrelación con los demás partidos.
Por otra parte, es interesante cómo Peñalosa intentó diferenciar al Partido Verde opción-centro del Polo Democrático Alternativo opción-izquierda. Peñalosa acertó en que el Partido Verde no pretende ser un partido de oposición, como, en efecto, lo ha sido el Polo Democrático Alternativo durante los ocho años del Gobierno Uribe. También el Partido Verde no aprueba la nefasta alcaldía de Samuel Moreno, quien ha tenido escandalos de corrupción, duras críticas por la ineficiencia en la ejecución de las obras públicas, etcétera.
El Partido Verde necesita de los costeños amarillos, debido a que su gran fracaso electoral fue en el norte colombiano. Sin embargo, el Partido Verde para lograr que los sufragantes del PDA votasen por ellos, e hicieren los verdes, en consecuencia, una alianza ciudadana con los votantes de izquierda, tendrían que superar a su vez gravísimas dificultades primero. Para concretizar sus pretensiones el Partido Verde, por una parte, tendría que cumplir con no hacer ningún acuerdo vinculante con el PDA, y, por otra parte, tendría que seguir sosteniendo su diferencia duplicada respecto al PDA: los verdes no quieren ser oposición ni tampoco quieren seguir el modelo de administración urbana del Polo. La situación de los verdes no pudo ser más complicada: ¿cómo lograr una alianza ciudadana con los costeños afines al PDA, si, a su vez, quieren distinguirse duplicadamente del PDA?
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